Estoy mirando esos dados que lanzaste
Las botellas que rompiste
Y el cielo blando
En tus mejillas coloradas de frío
Otro sarraceno
Ha dejado su arista sobre el cristal de tus lentes
Otra manada de osos de arena, apacentó sobre tu cuerpo
Los gritos de todas sus víctimas.
Te levantaré como a mis piernas desmembradas
Para coserte a un poste más firme y sonreír
Mientras el perro caliente se hace una pequeña bola
Que acaricie tu estómago.
Si pudieses tragarme también
Torcería las calles anudando tu cabello
A la fronda diversa de plumas en mi saco
Así, te sacaría el frío, mejor que la mostaza en los pies,
El mentol en el pecho
O el sol de la mañana que te aturde
Como la viscosa humedad del alcohol en tus labios.
Así, fingiremos que no vivimos
En el borde aterrado de esas golondrinas
Que sabemos zurcir los golpes de la angustia
Erizados como vellos en el pubis
Con los pies de la piedra desvestida
O el metálico sudor de las palabras
Bajo sábanas de trigo
…Arderán mis recuerdos en los tuyos.
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