Cebo de gavilanes

Author: Alberto J. Salas Oblitas / Etiquetas: ,

Éste es el cadáver colgado de la axila
Rebanado en cierras de hielo de diamante bruñido
Como cerámica de arcilla translúcida y hermosa
Globular y alta, girando sobre la cima
Donde el ámbar de un foco desteje
Filamentos de tentáculos de pulpo
Quel estómago cadavérico traga,
Con su gran boca de labios granates
Y su ombligo de capullo cazamoscas.

Precioso cúmulo de restos inhumanos
Que juegan al equilibrio de cuchara y tenedor
Sucio de pasta reseca y güiso sangriento
Fluye de sus dientes, poco a poco
Sobre el metal oxidado y la aspereza del sol
En el último anochecer
Que raspa la tez blanquísima
Contra el adusto color del páramo
El tufo de arenosas tormentas
Y el desfile de gavilanes enternados
Alegre corte que espera, la caída en seco
Jugosa
De la escultura obliterada
Libre aún de moscas
Por la voracidad de la eclosión que gruñe
Pumas celestes y aburridos
Saltando como gotas de agua, por aspersión
A izquierda y derecha.

Bello desorden abierto de escarcha
Que parece inclinarse demasiado
Para volver a su punto
Bajo el nervioso clamor
De la silenciada pintura
Que se devasta y ofrece
Como manzana de caramelo
Al cactus que se seca, irremediable
Bajo sol que agoniza de angustia
Y no podrá
Ver el horroroso desastre completo
La dispersión absoluta de venas y caldos de hueso y cartílago
Cayendo pasmoso contra el cemento, frente a la estepa infinita
Bajo el cielo desteñido, con el más inquietante grupo
De aduladores, elegantes y afilados.

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