Tornillo sin fin
Las correas-cintas volando aires al vacío
Entrechocan la enrojecida conflagración de colores
Y los gritos de los atormentados, entrechocan brindis
Como rotas damajuanas de vinilo
Para la madera y el banco.
Uniformes de corbatas
Rejurgitan los cuerpos dislocados a diestra y siniestra
Mirando ampuloso y cetrino eructo de las risas,
Inhiesto fragor de golpes escolares
Redimen los mesnados circunloquios de sus caretas.
Lluvia de cristales como al cielo, pólvora deglute
La luz de los colores. El festejo de la párvula burbuja
En pócimas de anís Caliente.
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